´Compartiendo mis escritos:



Todo lo que comparto con Uds. atravez de historias, cuentos y experiencias vividas son tomadas de la"inspiración diaria" de lo que me va pasando. Cada personaje tiene algo de mí.



Tomen sólo lo que les sirva, y el resto: son sólo mis historias :). Ojalá les guste!!


Quienes deseen contactarme o enviarme un mail pueden hacerlo a: majo0001@hotmail.com Todas sus devoluciones me alientan y sirven para crecer. Abrazos!


lunes, 6 de mayo de 2013

VIDAS SIN VIDA




Vajillalandia, Mayo del 2013.
 Asistencia perfecta, murmuró entre dientes Botella Smith.Volvió a hacer un recorrido ocular para confirmarlo: Esas miradas hastiadas, perdidas, robóticas, desconectadas del placer de vivir, le resultaban ya tan familiares.

Allí estaba esa extraña pareja. Venían cada
noche. Eran copas de cristal francés sin lugar a dudas. Brillantes. Impolutas. Ocupaban siempre la misma mesa. De familias refinadas seguramente. Se sentaban uno frente al otro. Se proveían de la mayor cantidad de revistas y diarios posibles y mientras respondían mails, llamadas telefónicas, etc. apenas probaban desinteresados alguna gaseosa Light. Ni una palabra. Ni una mirada. Ni una sonrisa cómplice,  ni una caricia al pasar… Nada… Sr y Sra perfectos (así los llamaba Botella Smith), parecían dos modelos lujosos pasando el tiempo mientras más rápido mejor.


También estaba Tetra Fred. Un vaso viejo, curtido, su aseo dejaba mucho que desear… Fred solo quería ahogarse en vino barato (el único que podía pagar), parecía querer olvidarlo todo. Solo eso.





Y la Señora “killer”. ¡Esa taza “metía miedo de
verdad”!… Rasgos duros, tajos profundos, pidiendo todo a los gritos, bronca acumulada. Como si quisiera hacerte añicos con solo mirarte.








Y por supuesto, el pequeño Beep. Aunque no iba tan seguido le daba un aire renovador al Café Bar.

        
    Pequeño Beep era una rara taza de café. Uno no puede creer que algo tan pequeño pueda tener tantas manchas y seguir funcionando como si nada. Pequeño Beep camina a paso rápido goteando marrón verdoso por todos lados. Smith sospecha que no es feliz, pero cree que a diferencia de todos no se conforma con ello.-tiene que haber algo mejor- lo escucha murmurando una y otra vez  como rezando un mantra.



Siempre lo mismo. Año tras año. Todos llenos de distintos tipos de líquidos estancados, olorosos, pudriéndose y rebalsando en su interior.
 A Botella Smith le cuesta cada vez más quitar el “hedor” que va adueñándose del piso.

Con el tiempo se van agregando burbujas. Como si comenzara un estado de ebullición que se va haciendo permanente en todos ellos. Botella Smith tampoco puede disimular su propio burbujeo. Viene desde muy profundo, cada vez con más fuerza.
Como si desde lo mas recóndito de sus entrañas algo quisiera salir… liberarse!!. Esto le provoca una extraña sensación de bienestar, y luego lo invade el miedo. -¡vamos a explotar todos!-piensa preocupado.




Ese mismo día Pequeño Beep entró silbando. Saludó a todos con una sonrisa. Esta vez era una sonrisa GENUINA. Se rió, hizo chistes, hasta se puso a bailar!. Todos lo miraron extasiados. Hacía tanto tiempo que no se veía algo así. ¿Acaso estaba actuando?... No, realmente se SENTIA diferente. Irradiaba algo añorado por todos.

-Oye Beep, ¿Qué está pasando contigo? preguntó Botella Smith en un suspiro.El Café Bar completo quedó en congelado silencio:

-Mira Smith, Todo pasó por casualidad. Iba yo de aquí para allá en busca de respuestas, como siempre, y de repente perdí el equilibrio y caí desde metro y medio al piso… Sentí un crack en todo mi ser y creí que había llegado mi hora, pero ante mi asombro, fui levantándome de a poquito. Había perdido una cantidad considerable de líquido, pero me sentía bien… Si. Extrañamente bien.
Al empezar a caminar, me di cuenta que cada dos o tres pasos caía una gota… Con espanto confirmé que tenia una rajadura… Traté de emparcharla una y otra vez, pero seguía perdiendo. Ya no podía detenerlo, me estaba vaciando.
Lo curioso, mi querido Botella, es que me siento de maravilla… Supongo que será que el todopoderoso me ha permitido sentir aquello que desde pequeño no siento mientras me despido de este mundo. Algo así “como un último deseo concedido”.
No te voy a negar que la sensación es tan extraña que por momentos siento que voy a enloquecer. Se siente todo tan diferente que asusta. Ha de ser la muerte acechando.

 Se despidió con un “ ABRAZO” que casi mata -del gusto- al desprevenido Smith y desapareció cantando. Sí CANTANDO!.

-¡vuelve pronto! Apenas pudo balbucear Botella Smith
 Y todas las miradas allí, asintieron como suplicando.

Y al día siguiente volvió. Y al otro.Cada día más vacío. Cada día más feliz.
-Esto es como volver a nacer decía a carcajadas… si me estoy muriendo, pues:  ¡¡bienvenida sea la muerte!!-

El Café Bar empezó a llenarse como nunca. Ya no había ni una mesa libre. El chisme había corrido por todo el pueblo y ya nadie quería quedar afuera de lo que le pasaba a “Pequeño Beep”.

Hasta que una  tarde de otoño que nadie olvidará jamás, apareció Beep reluciente. Vacío completamente. Sin manchas. Sin olor… Y  MAS VIVO QUE NUNCA.

Todos se agolparon ya sin disimulo a su alrededor para escuchar las últimas novedades:

- Queridos amigos, no lo puedo explicar. Lo que ven es lo que ha ocurrido. Me he vaciado y no he muerto. En cambio me siento feliz, liviano, con una enorme alegría, enamorado de todo. Cada instante es ahora diferente, enigmático, único y maravilloso. Ya no quiero volver a llenarme con nada nunca más… Hasta me he podido sacar todas las manchas. ¿No es fantástico?-

Desde ese día, todos esperaban con ansias las visitas de Pequeño Beep. Pasaba el tiempo y se lo veía cada vez más rejuvenecido y feliz.


Entonces Botella Smith tomó la decisión. –¡Yo también me vaciaré!-

            Se dirigió a la Sra. Killer y le dijo:
-Sra Killer , ¿ Sería tan amable de pegarme un “martillazo” justo en este bordecito de aquí?- señalando justo una mancha en el borde inferior de la botella.

Y a “su juego la llamaron a la Sra. Killer que  “revoleó” enseguida certero impacto en Botella Smith.

Pronto se formó una fila interminable de interesados en vivir como el  nuevo Pequeño Beep.

            Y así fueron vaciándose todos… Y revivieron aquellas sensaciones que ya casi habían olvidado. Sus vidas fueron transformándose. Volvieron las ganas de vivir. El disfrute por todo.. Y como no sabían cuánto duraría el asunto, vivían cada segundo como si fuese el último.

            Todos esos años con todas esas cosas estancándolos y pudriéndolos por dentro. Ya nadie quería recordar!!.

 De más está decir que JAMAS volvieron a llenarse con nada. Entendieron que sólo estando vacíos y libres de verdades que defender, ideas heredadas, historias tristes, culpas, resentimientos, envidias, pasado, futuro, etc. pueden recibir y entrar cosas nuevas a sus vidas… Y estas se convierten en una aventura  divertida y maravillosa que nadie se quiere perder ya.
.


            Y en la puerta del famoso Café Bar de Vajillalandia, puede leerse un luminoso letrero que invita a: “VACIARSE ANTES DE ENTRAR”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus comentarios aquí :)